El ahorro de energía, la facilidad para administrar una plataforma tecnológica y el delegar funciones de gestión que antes nos correspondían, son algunos de los destacados beneficios de la computación de nube.
Uno de los beneficios adicionales que recibimos es que también ahorramos dinero en licencia de software y sobre todo hardware. En la medida que necesitamos espacio en disco, que necesitemos agregar o eliminar usuarios en nuestro sistema podemos hacerlo, pagar por ello y seguir operando sin ningún tipo trauma o inconveniente. Hace unos días, estaba viendo unas imágenes de casas en 3d, y eso me hizo pensar hasta dónde podría llegar todo esto. Imagina que gracias a la nube, puede que algún día dejemos de buscar programas de todo tipo para descargar, de comprar software, o, aunque sea, de descargar autocad gratis y lo sustituiremos por pagar únicamente por el uso que le demos online al propio programa.
En la medida en que vamos reduciendo la operatividad física de software, infraestructura y plataforma, y tercerizamos estos servicios a una empresa que se encargue de poner todo esto a nuestra disposición es algo verdaderamente grandioso para todo tipo de empresa.
Solamente el uso de un centro de datos puede ocupar el 15% de nuestro espacio físico pero consumir hasta un 70% de costos en energía. Una de las razones por la que los movimientos “verdes” (de protección al medio ambiente) han tenido lugar también en todo lo que tiene que ver con el mundo de la computación.
No solo enviamos menos emisiones de dióxido de carbono a la atmosfera sino que ahorramos mucho en energía. Evaluar paso a paso los beneficios que obtenemos mediante el “cloud computing” (o computación de nube) es un asunto de práctica personal que debemos poner en marcha en nuestra propia empresa como laboratorio propio.
Lo mejor de todo esto es que el impacto positivo que todo esto tiene en los costos es bastante bueno y sobre todas las cosas se requiere que midamos nosotros mismos que es lo más conveniente para nuestra propia empresa.
¿Cómo decidir el tipo de servicio que requerimos?
Al final lo que queda es determinar el servicio que mejor se ajusta a nuestras necesidades. La computación en nube no solo es una solución sino también un negocio. Y por lo tanto, si no ofrecemos ese servicio, sino que lo demandamos, debemos entonces hacer una correcta evaluación para que tengamos la suficiente capacidad de tomar una decisión correcta de acuerdo a lo que nosotros realmente necesitemos.